Por Esteban Polo – Mayo 2013
El sábado mencioné “Música Majestuosa” de Frank Garlock, él en su ministerio afirma que no debemos poner el mensaje de Dios, o de la Biblia, en cualquier género musical, sino en el estilo musical que le agrada a Dios. Hasta allí todo suena muy apropiado, sin embargo, él afirma que el único estilo o género que le agrada a Dios es el que él practica; y manipulando sus conocimientos musicales lo demuestra. El estilo o género que él practica es uno que está enmarcado históricamente entre los años 1600 y 1900; aunque él “compone” nuevos temas, el estilo está enmarcado en esa ventana de 300 años.
Empieza planteando que el mensaje no se puede desligar de la música, y para justificar que sólo la música clásica es el género apropiado, independientemente si sus compositores no eran cristianos, o con vidas que ofendían los principios de Dios, cita: “Todos los compositores del pasado aun cuando no hayan sido todo lo que debían ser en su vida personal, buscaban elevar a las personas, y ayudarles con su música; es por eso que pasaron años estudiando el arte de la música”. Concluye que ellos querían ayudar a las personas con su música, y que la música contemporánea no pretende ayudar a las personas, sino destruirlas.
Todo eso parece muy apropiado, sin embargo, aunque no lo dice, lo que nos está enseñando es «la forma es más importante sobre el fondo”, pues llega a afirmar que si un cristiano pone letra de la Biblia o compuesta para honrar a Dios, por más sincero que sea, en un estilo musical incorrecto, no está honrando a Dios. Y en contraposición también afirma, que un no cristiano, o incluso agnóstico, si usa el estilo correcto, entonces sí está agradando a Dios.
Lo que está afirmando es que no importa el corazón o el interior del hombre, sino la forma o el exterior cómo se acerca a Dios, lo cual es contrario a todo lo que Dios nos pide cuando nos acercamos a Él, que más importante es lo humilde y sincero de nuestro corazón, que las ofrendas o sacrificios que pongamos sobre el altar.
Recordemos cuando la samaritana le planteó el tema del lugar correcto de adorar, Jesús le dijo que lo importante era conocer al Padre, y no el lugar, y el Padre quiere que le adoren en espíritu y en verdad, Dios es espíritu y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
Debemos tener cuidado con el estilo musical y cualquier otra forma de nuestro culto, pero lo más importante es el corazón.
No debemos descuidar la forma de nuestro culto, y debemos examinarla siempre, evitando que nuestras formas se conviertan en tradiciones que aten a las siguientes generaciones; pero sin un corazón sincero la forma no sirve de nada; recordemos el verso clave en el curso de Adoración el año pasado:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente”
Excelente post, qué gusto aprender más, sin ser legalista es muy claro en compartir lo que dice la Biblia. Dios le siga bendiciendo.